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No sé por qué a estas alturas insisto
en empeñarlo todo por palabras frías,
en hablar solo con mis folios,
con la pantalla muda del portátil,
lo fácil que sería un buenos días a tiempo,
acariciarte, y no describir países
que ni conozco.
Quien sabe cuántos lugares me quedan
para esconderme contigo.
Prepárate.
Vas a necesitar cerrar los ojos para escucharme,
tocarme para saber si sigo aquí.
Yo mientras resolveré los misterios
de esta edad de gaviotas en desbandada:
Por qué suena nerviosa tu risa
cuando te digo no me faltes,
por qué tu pelo
nunca cae
igual dos veces.
(De "74 días sin mí", inédito)
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