Lo cierto
es que siempre estaba lejos.
Siempre en la línea.
Y sonreía, como si nada.
Como si buscara el mar.
Lo cierto
es que siempre volvía
de alguna parte.
Y sonreía,
como si trajera el mar.
Si te pierdes
-decía-
respira hondo
y siente
cómo entra en ti
el aire
cómo
un extremo del mundo
empieza
o acaba
en tu garganta.(Leganés y Diciembre de 2009)