miércoles, 30 de diciembre de 2009



Lo cierto
es que siempre estaba lejos.

Siempre en la línea.

Y sonreía, como si nada.

Como si buscara el mar.

Lo cierto
es que siempre volvía
de alguna parte.

Y sonreía,
como si trajera el mar.

Si te pierdes
-decía-

respira hondo
y siente
cómo entra en ti
el aire

cómo

un extremo del mundo

empieza
o acaba

en tu garganta.



(Leganés y Diciembre de 2009)